Symphony in blues ...

Starry, starry night.
Flaming flowers that brightly blaze,
Swirling clouds in violet haze,
Reflect in Vincent's eyes of china blue.
MacLean

Van Gogh

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martes, 22 de septiembre de 2009

Niño que mama no llora!

Casa del Inca Garcilaso de la Vega o Museo Histórico
Regional en Cusco, Perú



(esquina Calles Garcilaso y Heladeros)

Gómez Suárez de Figueroa o el Inca Garcilaso de la Vega, uno más de los bastardos desparramados por los españoles durante su invasión de tierras y culturas en sudamérica, nació en Cusco (Perú), capital del Imperio Inca, el 12 de abril de 1539. Su padre fue el capitán Don Sebastián Garcilaso de la Vega, descendiente del marqués de Santillana o Jorge Manrique. Su madre fue la princesa inca Chimpu Ocllo, hija de Huayna Capac, bajo cuyo reinado alcanzó el imperio inca su máxima extensión.
“El Inca” recibió en Cuzco una esmerada educación al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegítimos como él. A los veintiún años se trasladó a España, donde siguió la carrera militar. Al pasar de los años, muy probablemente dolido por la poca consideración que se le tenía en el ejército por su condición de mestizo, dejó las armas. Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó al estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas.
Conocedor de la cultura española e incaica, publica La Florida del Inca en 1605. Elabora también las que se convertirían en sus obras capitales: Los Comentarios Reales (1609) e Historia General del Perú (1617), su obra póstuma.



Al recorrer las salas que albergaron la infancia del Inca Garcilaso, me tope con una obra de Mateo Pérez de Alesio (1547-1606) titulada Virgén de la Leche. Encontrarme ante un cuadro que representa la maternidad bañada por erotismo y sexualidad me sobrecogió y ha quedado plasmado en mi mente. El eroticismo de un seno y la pureza de una virgen simplemnte no caben en un mismso pensamiento para mi. El seno expuesto, tierno y maduro me conecta con mi sexualidad femenina y el niño en brazos pasa casi desapercibido para mi. Me parece una contradicción y audacia renacentista. Bien por el renacimiento!
Alesio, objetivo logrado, has conmovedido a esta espectadora!

3 comentarios:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Interesante información. El cuadro resulta singular, sin lugar a dudas. Un beso.

mimbre dijo...

Hola Difusa...
Me fascino esta entrada, por lo didactica y por que refieres a Garcilaso de la Vega- El Inca-
Un extraordinario poeta Latino Americano...Importante la referencia del cuadro¡¡
Gracias por tus palabras, AMIGA¡
Un abrazo
Osvaldo

un abril encantado dijo...

...me he paseado un las últimaas entradas de tus dos blog...me gustan...excelente ese don que muestras al escribir con ese poder de comunicación que tienes...me gustas...
...ah, y muchas gracias por pasarte por "ese rincón de mi alma"...un saludo, L.