Symphony in blues ...

Starry, starry night.
Flaming flowers that brightly blaze,
Swirling clouds in violet haze,
Reflect in Vincent's eyes of china blue.
MacLean

Van Gogh

Van Gogh
Powered By Blogger

viernes, 23 de mayo de 2008

LOS HOMBRES NO LLORAN


Fue el sexto en venir de un útero severo y bastante corto en aquella época en que o eras abogado, médico, militar o cura. El no podía ser cura porque sus hermanos eran masones; ni militar porque el mate les crujía hace ya una generación ya que su abuelo había sido abogado y el primogénito también lo era. La familia determinó que genéticamente venía cargado para ser abogado y así la casa de Andrés Bello lo veló. Su primera gran pena la tuvo en segundo año de universidad y se la disiparon con un gran viaje por las cunas de las civilizaciones. En ese entonces los viajes eran navegados, calmados y conversados. Zarparon del queridísimo Pancho su hermano, el hombre de esfuerzo, y su médico de cabecera por cerca de seis meses recorrieron las cálidas tierras Mediterráneas entibiándole el alma, intentando pintarle una sonrisa nuevamente. Cuando retornaron, la madre austera y severa lo recibió y estrechó en sus brazos, pero el joven continuaba taciturno. Estudiaba, se desplazaba entre el campo y la capital un tanto enigmático y sigiloso, efectos de hacerse hombre pensaban. Lo que no sospechaban es que el joven estaba enamorado de una Reina de la Primavera de su pueblo. El bien sabía que ni su madre ni hermanas aceptarían en casa a una simple muchacha que se maquillaba y se había paseado por el pueblo en carro alegórico. Pasaron los años el joven dejó de ser joven y así fue como el estudiante pasó a ser profesional. Ejercía en su pueblo desde su casa quinta familiar donde vivía con su madre y hermana y en su bufet en el puerto. Solía salir misteriosamente muy perfumado y engominado al atardecer, pero volvía religiosamente todas las noches a dormir en su lecho incluso después de la muerta de su madre. Pasaba por periodos de penas y penitas, especialmente durante los inviernos lluviosos. Era muy varonil y sentía gran fervor por las armas siendo un diestro cazador de tórtolas y perdices. Fue en los ochentas , un maldito frío y lluvioso invierno de los ochenta, cuando se puso a pensar que se le había ido tanto a él como a su amada la juventud, y de que le servía el dinero sí no viajaba ni tenía descendencia a quien dejársela. Fue así como se enterró en su lecho y se fue entristeciendo cada día más y más. Su hermana cedió de tanta preocupación y le abrió las puertas de la casa quinta a Penélope para que fuese ella ahora la que se perfumase y peinase y lo visitase en las tardes. La lluvia no cedía ese invierno hasta que un día amaneció este hombre entristecido con un tiro en la boca con salida de proyectil por la nuca. Fué un disparo limpio, estudiado y perfecto. ¿Los hombres no lloran sus penas, pero sí se pegan un tiro?

lunes, 19 de mayo de 2008

SEÑOR VIENTO

Atardecer atormentado has sacudido mi cuadra, mi parque, mis árboles y mi barrio. Has confundido mis hojas coloridas y desordenado mi otoño majestuoso. Bien sé que debes limpiar el aire de mi ciudad pero la estética prima por sobre la razón. Me carga como trapeas el suelo de mi ciudad con las hojas que tan delicada y coquetamente sólo hace unas semanas me saludaban y me hacían soñar con paletas y gamas de colores trayendo tal deleite a mis pupilas. Señor Viento eres bienvenido por motivos de salud y la tierra su curso debe seguir y ciclos cumplir. Al igual que uno como ayer en cuatro andaba y mañana en tres más que seguro estará! Pero sí que le pido que sople lo que quiera, pero déjeme las tejas tranqulitas mire que harto que me cuesta andarme preocupando del tejado. Mire que andar con las tejas corridas se ve harto feo! Y en este mundo machista mujer y con la tejas corridas peor todavía! Bueno ya, le aguanto que me cambie el paisaje ya que tengo la esperanza de los ciclos de la vida y volverá otro otoño. Sobre lo de empezar a ocasionar daños de infraestructura, No Señor ní en este ní ningún barrio!

miércoles, 14 de mayo de 2008

RAPSODIA DE COLORES

Hoy por la mañana me envolvía Norah Jones hacía el trabajo mientras pensaba como darle el matiz preciso al carmín de las cebollas moradas del óleo que me perturba. De ese óleo que deseo finiquitar ya hace días y es así como repentinamente voy disminuyendo la velocidad deslumbrándome con mi entorno. Los árboles, los árboles que perfilaban la avenida que me conducían hacia el laboro, eran un espectáculo. Disminuí la velocidad y como nunca me regocijé en la música y la desolación de la calle. Ví el esplendor entorno a mí. El mismo de ayer, mas no lo ví ayer, hoy sí. ¡Qué colores! Es cierto que toda estación viste su virtud. Invierno duerme y cobra fuerzas para brotar en primavera con alegría y luego traernos la sinfonía de colores de verano, pero este mes de mayo esta esplendoroso. Aun quedan verdes, algunos árboles aun están vestidos, hay un leve manto en el suelo insinuando un tímido otoño. Algunos liquidámbar nos regalan un abanico de rojos desde el carmín hasta el burdeo y otros van en tonos amarillo pato a ocres. No dejan de maravillarme unos al lado de otros con mismo sol y suelo y colorido totalmente diametrales. Machos y hembras? Curioso. Miraba los plátanos orientales en los ocres dorados a rojizos adornados con sus coquetos pompones salpicados por ahí con uno que otro aislado sauce en su suave y dulce verdor. Repentinamente invade el horizonte un ciruelo con su oscuro burdeo que bordea un amenazante negro. Sí de esos ciruelos que manchan las veredas y alegran las primaveras con sus pequeñas flores rosa agua y centro oscuro! No puedo terminar sin mencionar a los dignos Magnolios de hoja perenne y los eucaliptos que se mantienen fieles en verdor durante todo el año. Ciertamente una mañana de deleite, calles desoladas, mañana con Jones, y creo que el carmín será con rojo y un toque de verde! Otoño, rapsodia de colores, temporada de cambios y buenos momentos …..

SEASON of mists and mellow fruitfulness,

Close bosom-friend of the maturing sun;

Conspiring with him how to load and bless

With fruit the vines that round the thatch-eves run;
(extract)
To Autumn
John Keats

lunes, 5 de mayo de 2008

SOLA

Mujer has amanecido sola en esta desolada mañana de otoño. La mitad de tu cama yace inerte, fría y vacía. Tus piernas han buscado la calidez de tu compañero, buscaban las suaves piernas que acariciaste durante años mas no encontraste el confort de su piel, de sus vellos, de su calidez. No has podido hacer de ti y de él un entuerto de piernas no sabiendo donde tu comenzabas y donde el terminaba. Ya no podrás buscar refugio en él cuando quieras cobijo este invierno y te quieras acurrucar, tus brazos rodearan el aire y luego caerán entorno de tu cuerpo vacuo y atormentado. Estas sola con tus recuerdos, lágrimas, remordimientos, palabras no dichas y palabras dichas, sueños fallidos, frustraciones y alegrías con toda aquella vida que fue y nunca más será. ¿Pensaste que aquel beso sería el último y que aquella sonrisa sería la última? Mujer amaneciste sola y fría esta mañana de otoño y ya no sentirás las caricias de aquel hombre que te amó y te acarició haciéndote su mujer. Mujer es otoño, sopla el viento, cae lluvia y él ya no esta.