Lo mira, sacude su melena de aquel modo que lo enloquecía y se retira muy pensativa sin cruzar palabra. Se pregunta, de qué llamada habla? Susurrándole, casi rozando su oído, y todo coqueto? Ya en privado y tranquila hace memoria mientras revisa su teléfono y ve. Ve que sí marcó su número antes de anoche. Por sólo un instante. Esboza una sonrisa y sigue su día. Hay tanto que hacer, hay tanto que ver.
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5 comentarios:
El no ver "lo obvio"?.
La maldita rutina que impide visualizar la sencillez de una llamada, que a la vez es importante?.
Eres (y lo repito) realmente sutil, casi impalpable...
Saludos
un error o no, nunca se sabe....
besos.
... y queda tanto por descubrir...
y quedan todavia demasiadas cosas..
una sonrisa.
saben de su encanto... y a veces quedan con la duda que al pensar queda despejada.
Hasta rutinario se hace el llamar, tantas cosas en la mente... quién no las carga? Lo malo sería olvidar que se tiene alguien en quién pensar.
Chau.
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