Calle Paris
La persigue por la calle céntrica descalzo en calzoncillos. Sortea taxis y micros dando grandes zancadas. Intenta esquivar la urbe, sordo a los chilenismos de transeúntes atónitos ante tal persecución. Ella corre desnuda y al cruzar Calle Paris se da media vuelta, clava sus ojos en los de él y grita “Sí … tengo derecho a pataleo! Quédate con todo, pero ni muerta te devuelvo tus caricias.” Empuña su mano derecha y su delicado puño raja el aire con un “Toma!” al hacerle un corte de manga. Triunfante detiene un taxi y se sube en él con dignidad.
domingo, 20 de febrero de 2011
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